martes, 2 de abril de 2013

"Inteligencia Espiritual" por Ramón Gallegos


Fragmento del libro: “Educación y Espiritualidad” 2005


Necesitamos entrar a una nueva etapa en el desarrollo de la humanidad. Durante los últimos 400 años los objetivos de las sociedades fueron objetivos de desarro-llo externo, como obtener mejores máquinas, construir ciudades bien planeadas, tener mejores carreteras, conquis-tar la naturaleza. La sociedad entró con un proyecto de control del universo externo y se olvidó en gran parte de su propio mundo interior subjetivo. Esto trajo una serie de anomalías y problemas que hoy para nosotros resultan muy evidentes. La prioridad en este momento ya no es el desa-rrollo tecnológico porque es suficiente con el que tenemos, la prioridad humana es hacia el desarrollo de la propia conciencia, hacia el desarrollo espiritual. Debemos pregun-tarnos cómo estamos como humanidad, como familia humana; nos hemos olvidado de nuestro desarrollo espiritual por siglos y es necesario volver a tomar el interés por nosotros mismos.
La nueva sociedad será sustentable con una cultura emergente basada en un nuevo entendimiento de nuestro lugar en el kosmos, con nuevas estructuras sociales y, por lo tanto, necesitamos una nueva educación que sea afín a esa nueva sociedad, que eduque para la vida y la paz a un nuevo tipo de ser humano. En todo este proceso de cambio la espiritualidad tiene un papel central, lo cual significa un enorme reto para nuestra racionalidad instrumental, porque una de las cosas que más fueron reprimidas por la sociedad científico-industrial y por el cientificismo fue precisamente la espiritualidad. Según las ficciones del reduccionismo, del empirismo, del materialismo, aquello que no podía ser aprendido por los sentidos no existía, de tal manera que una de las cosas más fuertemente rechazadas fue la vida interior, todo lo que no podía ser medido, cuantificado o estudiado por las ciencias físicas, y ello incluía la espiritualidad.
El cientificismo se basó en la idea de que la espiritualidad y la ciencia eran antagónicas, que eran mutuamente excluyentes. Hoy sabemos que ciencia y espiritualidad más que ser contra- dictorias pueden ser complementarias.
La espiritualidad no siempre ha sido entendida por todos de manera correcta. Ha sido confundida, a veces, con otros aspectos de la experiencia humana que, si bien pueden tener su valor, no son el núcleo de la espiritualidad. La espiritualidad es entendida como la dimensión y el nivel incondicionado del ser humano, es experimentada como orden interno total, como ausencia de conflicto. La espiritualidad también es experimentada como amor universal y libertad incondicional. La espiritualidad no es personal. La espiritualidad no es un asunto de desarrollo personal porque la espiritualidad trasciende al ego, en sí misma es universal. La espiritualidad no nos hace mas privados sino más universales, menos personales y egocéntricos, nos lleva a interesarnos en el bienestar de todos los seres, no solo en el propio bienestar.
Otro aspecto de la espiritualidad es que no puede ser reducida a creencias religiosas. Creer o no creer en Dios o en lo espiritual o en lo trascendente no tiene relación directa con la espiritualidad, porque la creencia está a un nivel de pensamiento, a un nivel cognitivo y lo espiritual trasciende la dimensión cognitiva en el sentido de raciona-lidad instrumental. La espiritualidad no se basa en creer en creencias religiosas, sino en la experiencia directa de lo trascendente. Tanto el que cree en dios como el que no cree han cometido enormes crímenes. La espiritualidad se mantiene siempre como el contexto más amplio y más general, como el contexto donde encontramos nuestra última entidad, el lugar de asiento de nuestros valores universales perennes.
La espiritualidad no puede reducirse a una catego-ría psicológica. Algunos educado- res han propuesto que la espiritualidad deberíamos pensarla en términos más psicológicos, como pensamientos y sentimientos, pero la vida mental no es la esencia de la espiritualidad; cuerpo, memoria, pensamientos y sentimientos cambian, mientras que la espiritualidad per- manece como aquello a lo que recurrimos como la última fuente en donde encontramos el significado y las respuestas a las preguntas fundamentales de la vida. La espiritualidad trasciende el aparato psíquico de pensamientos y emociones. Podemos tener pensamientos y sentimientos agradables o desagradables y podemos tener imágenes agradables o desagra- dables pero mientras eso cambia nuestro espíritu, nuestra espiritualidad, permanece como nuestra esencia.
La espiritualidad tampoco puede reducirse a lo paranormal. Algunos educadores tratan de definir la espiritualidad asociándola a lo paranormal. Sin embargo, independiente- mente de que sean reales o no, fenómenos como la telepatía, la clarividencia, la levitación, no son, en sí mismos, el objetivo de la vida espiritual. Tener la capacidad de levitar o no levitar no nos da orden interno, no nos da la libertad ni nos da amor incondicional. Aunque lo paranormal sea interesante y pudiera ser real no es lo mismo que lo espiritual. Esto ha sido claramente señalado a través de la historia por prácticamente todos los grandes maestros es- pirituales. Aun más, han sugerido mucha precaución para todas aquellas personas que están en una búsqueda sincera de sí mismos para que estén alertas a la propia vanidad y no busquen poderes paranormales. Estos consejos están en todas las grandes tradiciones, porque pueden fortalecer ilusiones muy sutiles, se puede engran-decer nuestro propio ego.
La espiritualidad tampoco puede ser reducida a un desarrollo personal. El desarrollo personal básicamente es el desarrollo de la persona. Para Carl Jung, la persona es la máscara, el conjunto de roles, de papeles, de etiquetas sociales que nos hemos puesto o que nos han puesto. Entonces, quizá el desarrollo personal sea interesante, quizá sea adecuado tener me- jores modales, poder hablar mejor, poder relacionarse mejor con otros, pero nada de esto es vida espiritual en sí misma; la vida espiritual trasciende todo esto. Cuando vemos la espiri- tualidad como una apertura a lo universal nos ayuda a evitar el falso problema de enfatizar el desarrollo personal o el desarrollo social. Este es un falso problema creado porque tenemos la idea de que la vida espiritual es individual y nada es más falso que eso. La espiritualidad es universalidad y no puede haber vida espiritual personal porque la persona es la máscara, es el ego.
Toda acción social debe estar basada en la genuina espiritualidad, porque es lo que nos da la universalidad del amor incondicional, la fraternidad, compasión y humildad. Por eso la filosofía perenne señala que al final del camino de una transformación espiritual está el servicio desinteresado por toda la humanidad. Necesitamos superar el dualismo entre de- sarrollo personal o desarrollo social. La espiritualidad es sumamente importante porque es la genuina base para indagar las preguntas fundamentales que niños y jóvenes se hacen y nos hacen de manera natural. Todos hemos observado en los niños pequeños o en los ado- lescentes su capacidad para preguntar, estas preguntas son sumamente importantes. En la educación, sin embargo, estas preguntas han sido frustradas por los sistemas educativos y poniendo limites muy estrechos a las capacidades de los seres humanos.
La espiritualidad nos lleva a la percatación de que el conocimiento adecuado del universo que habitamos solo es posible si está relacionado con el propio autoconocimiento, que no es posible tener un conocimiento responsa-ble del universo que habitamos si no nos conocemos a nosotros mismos. Esta es una declaración que va en contra de los paradigmas tradicionales educativos, porque la visión educativa tradicional nos dice que podemos co- nocer el mundo independientemente de si nos conocemos a nosotros mismos; señala que entre más lejos estemos de nuestra propia realidad interior mejor será, que seamos objetivos. Por eso hemos creado un conocimiento sólo instrumental.
La espiritualidad es la necesidad de pertenecer a una totalidad mayor, de relación con la totalidad, de cone-xión universal. La espiritualidad no depende de la riqueza o la pobreza económica. Algunos educadores creen que para poder entrar en la vida espiritual primero necesitamos tener cierta riqueza material, tener automóvil, casa o cosas así, pero real- mente el confort no nos conduce a la espiritualidad. La idea de tener satisfechas primero las necesidades básicas como prerrequisito para la espiritualidad es una idea equivocada y pelig- rosa porque puede llevar a creer que los grupos humanos que no tienen riqueza material son seres antiespirituales y que las comunidades que tienen riqueza económica y tecnológica tiene seres muy espirituales. En realidad no hay una relación de causa y efecto entre la vida espiritual y la riqueza o la pobreza material. Es un mito la idea de que primero necesitamos tener riqueza material para luego desarrollar la espiritualidad. Los seres espirituales son seres sencillos, son seres humildes en el sentido de que se perciben en una relación de igualdad con todos los demás. No es necesario tener primero dinero para empezar luego con una vida espiritual.
Otro aspecto de la espiritualidad que se confunde es que el despertar espiritual del individuo es un hecho aislado que no afecta a los demás. Este es un falso problema realmente porque la conciencia humana es común a toda la humanidad. Actualmente se están teniendo evidencias científicas de que cuando un miembro de una especie aprende algo nuevo o se transforma, afecta a todos los demás miembros de la especie; el despertar espiritual de un solo ser humano tiene efectos positivos para el resto de la humanidad. El trabajo de Rupert Sheldrake apoya este punto de vista; sus resultados, hasta este momento, son muy interesantes. Según su teoría, si una paloma o un mono aprende una habilidad, habrá una tendencia de que todos los demás monos o palomas, no nada más en el entorno inmediato, sino en todo el pla- neta, aprenden esa misma habilidad. De la misma forma, el despertar genuino de un solo ser humano afecta a toda la humanidad, aunque este individuo se encierre en un cuarto y no vea a nadie, aunque se suba a una colina, su despertar está afectando a toda la humanidad. El genu- ino despertar espiritual de un individuo no está desligado de la evolución de la humanidad, su propia transformación irremediablemente afecta a todos. Y al contrario también, si una sola persona se degenera o tiene aprendizajes destructivos también está afectando a la humanidad. Es decir, somos total y absolutamente interdependientes.
Un aspecto fundamental del educador holista es lo que llamamos la presencia plena. Un edu- cador holista lo será no por los métodos que utiliza, ni por los recursos tecnológicos, ni por el tipo de información que tiene almace-nada en su memoria o por las teorías pedagógicas que maneja, sino por su orden interno y por su filosofía particu-lar de la vida; por la viven- cia directa de su propia espirituali-dad. El proceso de autoindagación es fundamental en un educador holista y conduce a la presencia plena. Un educador holista, antes que nada, debe tener una presencia plena en la vida. Presencia plena significa estar plenamente presente en la experiencia inmediata, consciente y alerta de nuestras actividades cotidianas en la comunidad de aprendizaje, en todo proceso educativo, en el salón de clases, en nuestra relación con los estudiantes, con los padres, con los demás profesores. Presencia plena es estar totalmente pre- sente en el proceso de aprendizaje, es estar totalmente abierto a las preguntas, comentarios, relaciones que establecemos como educadores con nuestra comunidad. Estar totalmente en la experiencia, estar en una escucha total, percibiendo, sintiendo la totalidad del proceso educa- tivo. Muchos educadores en la escuela y el salón están presentes físicamente pero mentalmente ausentes, su conciencia queda enredada con los problemas de su casa, de sus hijos, y esto tiene una implicación enorme porque entonces no escuchan, no se relaciona adecuada-men- te con sus estudiantes.
La Filosofía Perenne señala que, a través de la historia de la humanidad, ha existido un corazón místico de enseñanzas fundamentales acerca del espíritu. Este conjunto de ense- ñanzas ha sido perenne, ha estado presente en todas las culturas a través del tiempo. Esta sabiduría espiritual ha estado presente a través de toda la historia de la humanidad, ha sido constante. A veces emerge de manera sobresaliente, otras veces se oculta, dependiendo de las condiciones sociales y culturales de la época. El tema de la filosofía perenne es la experiencia espiritual directa, su naturaleza y sus condiciones.
La espiritualidad es transracional. La espiritualidad trasciende la razón, no la re- prime, no la rechaza. Esto quiere decir que el hombre espiritual es razonable pero va más allá de la razón. Aquí es donde el concepto de inteligencia espiritual es importante. Hay una basta experiencia humana más allá de la razón y el lenguaje que no es experiencia regresiva o psicótica sino experiencia espiritual de la más alta inteligencia.
La espiritualidad es amor universal. El amor universal es central porque el cono- cimiento es importante pero nunca suficiente para un comportamiento responsable. El con- ocimiento en sí mismo no nos hace mejores personas, por eso tenemos que ir más allá del conocimiento, tenemos que entrar a una dimensión que trascienda el conocimiento, la razón y el lenguaje. El amor universal es la puerta de la trascendencia del mundo espiritual. Qué sentido tiene para una sociedad como la actual, basada en una conciencia depredadora, ge- nerar más conocimientos si este conocimiento va a ser usado para la destrucción de nosotros mismos y de nuestro planeta, de qué nos sirve tener más tecnología, si este conocimiento va a ser usado para destruirnos a nosotros mismos. Es necesario redefinir el papel del cono- cimiento y ponerle sus justos límites.
El conocimiento debe responder al precepto de que todo conocimiento debe ser usado para el bien común, el conocimiento holista es inseparable de una dimensión espiri- tual. El conocimiento holista no viene desligado del bien común, no se concibe como una transmisión de técnicas o métodos para que sean usadas como ustedes quieran. El cono- cimiento holista viene ligado a una orientación que honra la vida en la tierra, a una orien- tación de gratitud por la vida, con un sentido de compasión hacia todos los seres. Sólo en- tonces podemos decir que hay un genuino despertar de la inteligencia.
Esta integridad del conocimiento ha sido fragmentada en el pensamiento occiden- tal. Por ejemplo, toda la psicología occidental está basada en el dualismo, parte de separar la conciencia en dos clases: la conciencia psicológica como un darse cuenta y la conciencia moral como valores. La psicología occidental se construyó sobre la idea de la conciencia psicológica, descartando la conciencia moral por no ser “científica”. Toda la psicología en general está basada en este dualismo, centrándose exclusivamente en la conciencia psicológi- ca. Sin embargo, hay ejemplos de psicologías integrales como la budista, donde la conciencia psicológica y la conciencia moral están integradas, por eso señala la importancia de un co- rrecto pensar, un correcto actuar; hay una fuerte relación entre la atención plena y la co- rrecta forma de vida, una conduce a la otra. La práctica de la presencia plena conduce a un correcto pensar, a un correcto comportamiento. La presen-cia plena lleva a la compasión. La psicología occidental no incluye una correcta forma de vida, solo se centra en la conciencia psicológica, si dañas a otros seres humanos causándoles sufrimiento pero no te sientes mal por ello, no te causa conflicto, entonces eres normal, no importa si haces sufrir a otros, no importa que tengas actitudes poco éticas, si no te sientes mal puedes continuar con tu vida. En la visión holista existe la convicción de que dañando a otros dañas tu propio espíritu, aunque no lo notes.
El despertar espiritual no depende del tiempo ni del conocimiento. No por realizar durante una gran cantidad de años algún tipo de práctica espiritual seremos más espirituales; no hay una relación causal directa. El despertar espiritual puede suceder en poco o mucho tiempo, lo importante es la sinceridad del buscador, es relativa al tiempo que invertimos en ella. Algunas personas tienen discernimientos profundos en poco tiempo, otros tardan mucho más, y algunos nunca la tienen. Esta independencia del tiempo hace que la espirituali- dad, así como puede estar a gran distancia puede también estar disponible en cada momento de nuestra vida. Lo mismo se aplica al conocimiento, no por leer muchos libros de budismo nos convertimos en un Buda. Hay grandes eruditos que no son compasivos y lo contrario también sucede, gente que no tuvo estudio formal y son grandes seres espirituales. De hecho, los grandes maestros espirituales nunca fueron académicos, intelectuales o tuvieron algún tipo de formación universitaria, trascendieron todo eso y conocieron directamente lo más importante: su propia naturaleza espiritual.
La espiritualidad es el último contexto de significado disponible siempre para re- gresar a él cuando tenemos dilemas graves en nuestra existencia. Es donde encontramos las respuestas fundamentales a nuestra existencia. El despliegue de la espiritualidad es el des- pliegue de la conciencia universal, por eso toda acción deberá partir de un orden interno porque si nuestra acción surge de un desorden en nuestra conciencia va a ser una acción desordenada. Esto significa actuar desde la inteligencia, y esta acción es universal.
La espiritualidad es inmanente y trascendente al mismo tiempo. Es la verdad aquí y allá. Es el nivel superior de la conciencia, el techo de toda evolución, lo que está mas allá de lo condicionado. Pero al mismo tiempo está en todo, disponible siempre, presente en todas las cosas. No puede ser de otra manera. La verdad última de la filosofía perenne es la no dualidad entre el absoluto y sus manifestaciones, entre el cielo y la tierra, entre el ser individual y el ser universal. Inmanencia y trascendencia, arriba y abajo, subir y bajar, son una sola unidad. La espiritualidad es la percatación de nuestra unión fundamental con todos los seres. Darnos cuenta que no estamos separados de los demás, que lo que nos suceda a nosotros les sucede a los demás y que lo que les sucede a los demás nos sucede a nosotros mismos. Inteli- gencia y amor están totalmente ligados, no se pueden separar. Si no hay amor en nuestro corazón no tenemos nada, solo cenizas, nos vamos a destruir a nosotros mismos y vamos a destruir el planeta.
El amor es la experiencia de la totalidad, es una conciencia que experimenta un sen- tido de pertenencia y de conexión con el kosmos, es una experiencia donde la identidad se expande a lo universal. El amor, en su forma más pura, es compasión universal. Compasión significa un interés ilimitado e incondicional en el bienestar de todos los seres. La compasión se expresa en el ideal del bodhisatva que renuncia a entrar en el nirvana hasta que primero to- dos los seres se hayan iluminado. Decide regresar al mundo a ayudar a la evolución de toda la existencia. El bodhisatva dice: “Entren ustedes primero al nirvana, yo me espero al último”. La compasión es un deseo ilimitado por aliviar el sufrimiento de los demás.
Algunas personas me ha preguntado: “Bueno ¿la espiritualidad para qué sirve?” La espiritualidad sirve para todo. Sirve para vivir responsablemente, para estar de manera cre- ativa y plena en la sociedad. La espiritualidad hace a los seres humanos pacientes, abiertos, accesibles, comprensivos, creativos. La presencia plena en la sociedad significa, más que una participación activa, una no complicidad. Sin negar la participación social, la visión holista va en un sentido más honesto e inteligente, existe la percatación de que muchos de los pro- blemas fundamentales de la sociedad existen porque somos cómplices de ellos, se sostienen por nuestra complicidad. Una de las formas de acción más inteligentes es la no acción. El taoísmo es el arte de la no acción. La no acción, en muchos casos, es la mejor acción. Ponga- mos el siguiente ejemplo, supongamos que nadie asistiera ni fuera cómplice de las corridas de toros, qué pasaría con las corridas de toros, seguramente se acabarían inmediatamente. De esa misma manera podemos acabar con muchos problemas sociales. Si nadie fuera cómplice de alimentos “chatarra” se acabarían porque nadie los consumiría. Entonces, muchos de los vicios, de los problemas de la sociedad, son sostenidos por el problema de la complicidad. La actitud de no complicidad ha estado presente en muchos maestros espirituales como una acción inteligente. No interpreten esto como pura pasividad porque la acción activa también forma parte de la vida y debemos buscar el equilibrio entre las dos, lo que sucede es que ten- emos que usar la inteligencia espiritual para saber cuándo debemos actuar y cuándo la mejor acción es la no complicidad.
Recientemente el concepto de inteligencia espiritual ha venido a revolucionar el campo de estudio de las inteligencias. A principios del siglo XX el concepto de inteli- gencia intelectual fue la gran novedad. Binet impulsó este concepto desarrollando los test de coeficiente intelectual (C.I.) y la inteligencia se entendió básicamente como una ha- bilidad intelectual lógico-matemática, una habilidad para el desempeño técnico eficiente.
Más recientemente surgió el concepto de inteligencia emocional, Daniel Goleman fue el gran promotor argumentando que tenía una importancia igual que la inteligencia intelec- tual ya que las emociones equilibradas nos permiten pensar mejor. Ahora ha surgido una tercera inteligencia que engloba a las dos anteriores y las supera, convirtiéndose en el centro del desarrollo para todos los campos de la experiencia humana: la inteligencia espiritual.
La inteligencia espiritual es la más importante de las tres, además es exclusivamente humana. Mientras que animales y computadoras muestras evidencias de inteligencia emo- cional e intelectual, la inteligencia espiritual es de exclusividad humana. La inteligencia emo- cional está arraigada en nuestro cuerpo biofísico, depende de nuestros instintos, sentimien- tos, pulsiones, hormonas, etc., para dar una respuesta emocional aceptable a una situación particular. Los animales también muestran inteligencia emocional. Para lograr atrapar su presa, un tigre necesita ser silencioso, esperar la oportunidad, posponer la satisfacción, atacar en el momento indicado. Existen también situaciones humanas negativas que muestran una alta inteligencia emocional. Por ejemplo, los casos de asaltantes, en los cuales se requiere controlar las emociones para poder efectuar el asalto a un banco; o el caso de un defraudador que requiere estar tranquilo aun sabiendo su acto indebido. Esto significa que la inteligencia emocional no otorga dirección moral o ética a la conducta, solo capacita para el control emocional de la situación pero sin alcanzar a ver el sentido o significado global de la misma. Por otra parte, la inteligencia intelectual está arraigada más a nivel del cerebro, depende de la racionalidad instrumental, procesos lógicos, memoria, cogniciones, etc., para dar una re- spuesta intelectual eficiente al control técnico del mundo. Especialmente las computado- ras también muestran muchos de estos elementos, pues pueden efectuar gran cantidad de operaciones analíticas, incluso más rápido que el ser humano. Existen también situaciones humanas negativas que muestran una alta inteligencia intelectual; quizás los ejemplos más evidentes sean los que se dan en el uso de la ciencia para propósitos de guerra, la cantidad de inteligencia intelectual necesaria para dirigir un ataque militar contra Irak es igual o superior que el que se requiere en medicina para salvar una vida humana; invadir un país militarmente requiere un altísimo grado de inteligencia intelectual; los sofisticados aparatos, las computa- doras, los cálculos matemáticos para dirigir los mísiles, etc., requieren altos niveles de C.I. Tampoco la inteligencia intelectual otorga dirección moral o ética a la conducta, no tiene sensibilidad humana, solo capacita para la eficiencia instrumental del desempeño, pero no tiene capacidad de comprensión global de la situación, no puede ver desde afuera y desde arriba el sentido moral de la circunstancia.
La inteligencia espiritual está arraigada en la totalidad de lo que somos, en nues- tra esencia que es el Ser transpersonal. Danah Zohar señala que es la inteligencia con que afrontamos y resolvemos problemas de significa-dos y valores, la inteligencia con la cual ponemos nuestras vidas en un contexto más amplio y significativo, es la base necesaria para el eficaz funcionamiento de la inteligencia intelectual y de la inteligencia emocional.
La inteligencia espiritual es capacidad de trascendencia, capacidad de hacer las cosas co- tidianas con un sentido de lo sagrado, usar recursos espirituales en problemas prácticos, capa- cidad de actuar con conducta virtuosa basada en la gratitud, paciencia, humildad, compasión, sabiduría y amor universal. La inteligencia espiritual es conciencia de lo universal, conciencia de la humanidad y fraternidad entre todos los seres, capacidad de maravillarse del kosmos, sentido de lo místico, sensibilidad hacia todo lo numinoso, disponibilidad para escuchar y comprender a los demás. La inteligencia espiritual es la última vía de conocimiento, es el conocimiento directo del ojo del espíritu conociendo los significados últimos, la usamos para clarificar posibilidades no realizadas, y para trascender el materialismo de la vida. La utilizamos para entender el su- frimiento humano y ponerle fin. La utilizamos para contestar a las preguntas filosóficas básicas y encontrar significado existencial y trascendental.
La inteligencia espiritual es el acceso y uso del sentido, visión y valores para pensar y to- mar decisiones responsables. Es la inteligencia que nos lleva a la totalidad, y nos da nuestra inte- gridad moral. Es el corazón de las inteligencias. La inteligencia del Ser profundo. La inteligencia transformadora que nos impulsa a la iluminación espiritual. Es la inteligencia que los budistas llaman “bodichita”, la inteligencia que nos permite intuir el camino espiritual y nos protege con- tra la degradación moral. Es la voluntad y la determinación interior para perseverar en el camino espiritual.
La inteligencia espiritual es la que nos permite ser felices. Es el poder para alcanzar y comprender la felicidad. Es la capacidad para conducir bien la propia vida, tomando el control y la responsabilidad de los pensamientos, sentimientos, acciones y valores, decidiendo la manera de responder a los eventos de la vida. La inteligencia espiritual es la capacidad de tener en ba- lance los propósitos materia-les y el desarrollo emocional, intelectual y espiritual de tal manera que podamos ser felices a pesar de las circunstancias no a causa de ellas. Generalmente creemos que son las circunstancias externas a nuestra vida las que deben traer la felicidad, así esperamos tener más dinero, ser más famosos o tener un carro más grande para ser felices. Esto es una ilu- sión porque nunca conduce a la verdadera felicidad. La inteligencia espiritual es la capacidad de ser feliz independientemente de las circunstancias, de si estas son favorables o desfavorables. La fuente de la felicidad viene de adentro, brota desde nuestra verdadera naturaleza, no depende de circunstancias externas. La inteligencia espiritual es el poder para ser felices a pesar de circun- stancias adversas, es el discernimiento de que no necesitamos ninguna circunstancia externa para ser felices.
La inteligencia espiritual no es necesariamente religiosa. No significa seguir necesa- ramente una tradición religiosa o afiliarse a una iglesia. Es independiente de cultos, rituales o tradiciones, un sacerdote o pastor con una alta posición en la iglesia puede que tenga una muy baja inteligencia espiritual, y un ser humano sin afiliación a ninguna religión o iglesia puede tener una altísima inteligencia espiritual. No existe necesariamente relación alguna entre orga- nizaciones religiosas e inteligencia espiritual, aunque algunos religiosos creen que incluye la ca- pacidad de tener fe y creer, pero eso en realidad es una desviación, porque tener fe y creer no es una virtud espiritual, no es algo espiritual, no es algo deseable, porque conduce a una con- ducta de subordinación a la voluntad de otros. La inteligencia espiritual es luz para uno mismo. Danah Zohar señala que estudios del psicólogo Gordon Allport demuestran que la gente tiene más experiencias espirituales fuera de las instituciones religiosas que dentro de ellas.
El concepto de inteligencia espiritual nos ha permitido también jerarquizar los niveles de la inteligencia, no solo señalar, como lo hizo Howard Gardner, que existen dife- rentes tipos de inteligencia, porque eso pone a todas las inteligencias en el mismo nivel. Si bien es muy importante reconocer la pluralidad de inteligencias no es suficiente, debemos también reconocer cuales son más incluyentes, cuales son superiores y cuales inferiores. La inteligencia espiritual nos permite, entonces, construir tres niveles básicos de inteligencia. La más básica es la inteligencia emocional, que está más relacionada con el cuerpo y es acerca de sentir. El segundo nivel lo ocupa la inteligencia intelectual que está más relacionada con el cerebro y es acerca de pensar. El tercer nivel lo ocupa la inteligencia espiritual y es acerca de ser. La inteligencia espiritual, como nivel superior, incluye a las inteligencias emocional e intelectual como partes constitutivas, pero ninguna de estas dos incluye a la inteligencia espiritual.
Howard Gardner ha pluralizado la inteligencia señalando que la inteligencia no solo es una habilidad lógico–matemática sino que hay otras siete formas de inteligencia como la corporal, verbal, espacial, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista. Sin embargo, con el concepto de inteligencia espiritual estamos yendo más allá de las inteligen- cias múltiples, no las rechaza, en realidad las incluye porque son sumamente importantes, pero necesitamos dar un paso más allá de ellas. Gardner define la inteligencia como la ca- pacidad de solucionar problemas y crear productos que son valorados por una comunidad. Sin embargo, sigue fuera de un contexto espiritual esta definición. Un científico que trabaja para la guerra cumple con los criterios de Gardner. Un científico que trabaja para la guerra puede crear un producto como una bomba atómica y resolver el problema de matar en po- cos minutos a un millón de seres humanos, y esto puede ser valorado por la comunidad de científicos de guerra.
Desde el concepto de inteligencia espiritual, la teoría de las inteligencias múltiples es muy interesante, pero en realidad todos los tipos de inteligencia de los que habla Gardner son combinaciones de la inteligencia emocional de primer nivel y la inteligencia intelectual de segundo nivel. En este sentido, la teoría de las inteligencias múltiples es muy buena pero incompleta, porque se queda en los dos primeros niveles sin reconocer ni trabajar el tercer nivel que es el nivel más importante e incluyente. Solo desde la inteligencia espiritual, por ser el nivel superior, se puede entender la holarquia de las inteligencias en los tres niveles y reconocer la naturaleza y los objetivos de cada nivel. Inteligencia espiritual es la capa- cidad de resolver los retos de la vida sin crear sufrimiento en los demás ni en uno mismo, es reconocer y valorar la vida misma. Desde esta visión, un científico con gran capacidad lógico-matemática que trabaja para la guerra, no está siendo espiritualmente inteligente, solo aquel que puede hacer esta distinción y puede orientar sus acciones en bien de toda la familia humana puede ser inteligente en un sentido espiritual. La inteligencia espiritual ve la compa- sión como el valor fundamental de la vida, compasión como el interés genuino y profundo en el bienestar de todos los seres. La inteligencia espiritual es respeto, amor incondicional y paz interior y exterior.
La inteligencia espiritual es curativa, sanadora, es la única que puede curarnos defini- tivamente, solo la inteligencia espiritual puede garantizar una vida feliz porque nos permite actuar con sabiduría y compasión, manteniendo la ecuanimidad en relación a las circun- stancias. Aunque es innata puede ser desarrollada, podemos descubrirla y evaluarla cualita- tivamente. Es aquí donde entra la gran labor de la educación holista. A la luz de este nuevo concepto, el objetivo de la educación holista es desarrollar en los estudiantes la inteligencia espiritual, al hacerlo estaremos desarrollando todas las inteligencias de los niveles I y II.
La inteligencia espiritual también se caracteriza por la capacidad de ser flexible y adaptativo, nos permite insertarnos creativamente en diversas situaciones sin chocar con los demás. Implica una alta autoconciencia, la percatación de uno mismo, la experiencia de testi- go transpersonal de observar con despego el propio mundo. La inteligencia espiritual celebra el valor de la paz, nos lleva a rechazar causar daño innecesario a cualquier ser sensible. Es una capacidad centrada en preguntar “¿Por qué?”, más que preguntar “¿Cómo?”, esta última pre- gunta es instrumental, aquella es esencial, va al fondo de las cosas, es capacidad indagadora de la verdad.

Características de la Inteligencia Espiritual
• Capacidad de ser feliz a pesar de las circunstancia •Capacidad de paz interior y ecuanimidad •Capacidad de amor universal
•Capacidad de vivir para servir

•Capacidad de enfrentar y superar el sufrimiento •Capacidad de ser independiente y autónomo •Capacidad de resolver problemas de significados y valores •Capacidad de conducta ética
•Capacidad de centrarse en el “porque” de las cosas •Capacidad de discernimiento
•Capacidad de vivir en un contexto más amplio de significados •Capacidad de aprender a ser

•Capacidad de integración holista de la totalidad 


El concepto de inteligencia espiritual abre una nueva etapa en el desarrollo de la edu- cación holista. Una gran cantidad de investigadores han empezado a desarrollar e investigar más sobre inteligencia espiritual, será un concepto clave en la educación del siglo XXI, porque ahora se trata de desarrollar todas las inteligencias en el contexto de la inteligencia espiritual. Este concepto no solo está revolucionando el campo de la investigación sobre inteligencias y el campo de la educación, si no que también está impactando todas las demás áreas de la actividad humana. Actualmente estamos empezando a escuchar como nunca antes de la espiritualidad en los negocios, la espiritualidad en el trabajo, la espiritualidad en la política, espiritualidad y ciencia, espiritualidad y creatividad, espiritualidad y sexualidad, etc. Me parece que esto sucede porque hemos alcanzado un nivel de desarrollo que para continuar adelante requiere entrar en el nivel más alto de la inteligencia humana, y este nivel es el espiritual, no existe nada más allá de lo espiritual, esta es la fuente genuina de toda inspiración por ello todos los que quieran trabajar en la frontera mas alta de su actividad deberán entrar al reino de la espiritualidad y desde allí alimentar su campo de trabajo.
La inteligencia espiritual se puede desarrollar, porque es tanto un nivel como una línea de desarrollo. Esta tarea está a cargo de la educación holista, no parece haber otra propuesta educativa que lo asuma tan explícitamente. El desarrollo de la inteligencia espiritual requiere una práctica integral, el corazón de esta práctica por siempre ha sido, es y será la práctica medi- tativa, entendiendo esta en sentido amplio como la práctica de la atención plena, práctica del discernimiento silencioso, de la percatación de lo que es. Esto lleva al desarrollo de habilidades interiores, a estar confortable con las paradojas del kosmos, a sentir seguridad y fortaleza en que lograremos cambiar las cosas que impiden la autorrealización, etc. En educación holista debe- mos, entonces, poner énfasis en el desarrollo de habilidades de la vida interior, que nos permitan descartar conceptos superficiales de felicidad, equilibrar todas las dimensiones humanas haci- endo brillar el corazón espiritual de los estudiantes, para que puedan ser verdaderamente felices a pesar de las circunstancias no a causa de ellas. La inteligencia espiritual es pues, un proceso de discernimiento y experiencia individual a través del cual nos identificamos con los valores universales, y reconocemos que toda vida es sagrada, que todos los seres humanos son hermanos espirituales, que el amor es la naturaleza del kosmos, y que la verdad es finalmente una verdad espiritual.
La inteligencia espiritual es el nivel más alto de las inteligencias. Es lo que nos permite ser felices y superar el sufrimiento, revestir de sentido nuestra vida, salir fortalecido y con apren- dizajes de las etapas dolorosas de la vida, curar y sanar nuestras heridas psicológicas, emociona- les y existenciales. Conectar con nuestro verdadero ser más allá del ego narcisista. Vivir la vida con un sentido de servicio desinteresado por lo demás. Vivir contentos con lo que tenemos. Ser humildes y reconocer en todos los seres futuros budas. Ser libres y gozar de ello. Actuar con responsabilidad universal. Ser honestos y éticos en nuestras relaciones. Vivir las actividades cotidianas con sacralidad. Ser compasivos con todos los seres. El gran maestro sufi Inayat Khan ejemplificó con sus 10 pensamientos la sabiduría de la inteligencia espiritual.

10 Pensamientos de la Sabiduría Sufi
  1. Hay un sólo Dios, el Eterno, el Ser Único; nadie más existe excepto Dios.
  2. Hay un solo Maestro, el Espíritu Guía de todos los espíritus, quien constan- temente lleva a todos sus seguidores hacia la luz.
  3. Hay un solo Libro Sagrado, el texto sagrado de la naturaleza, que verdadera- mente ilumina a todos sus lectores.
  4. Hay una sola Religión, el progreso firme en la dirección correcta hacia el ideal, el cual reviste de propósito la vida de cada ser humano.
  5. Hay una sola Ley, la ley de la Reciprocidad, la cual puede ser observada a través de una conciencia desapegada con un sentido de justicia consciente.
  6. Hay una sola Fraternidad Universal, la Fraternidad de hombres y mujeres la cual une a todos los seres de la tierra, sin discriminación, en la Bondad de Dios.
  7. Hay un solo principio Moral, el amor que emana desde la interioridad y florece en actos de compasión.
  8. Hay un solo Objeto de Oración, la belleza que inspira el corazón de los de- votos a través de todos los aspectos de lo manifiesto y lo inmanifiesto.
  9. Hay una sola Verdad, la verdad del conocimiento de nuestro ser interior y exterior el cual es la esencia de toda sabiduría.
  10. Hay un solo Camino, el aniquilamiento del falso ego en lo real, lo cual con- duce a lo inmortal, donde reside toda perfección.

    *Dr. Ramón Gallegos Nava
    Presidente-Fundador
    Fundación Internacional para la Educación Holista
    Coordinador de la Maestría en Educación Holista y el Doctorado en Educación Holista Premio Internacional “Book of the Year 2001” en USA

    Este artículo puede ser citado con la siguiente referencia:
    Dr. Ramón Gallegos Nava, (2005) “Educación y Espiritualidad. La educación como práctica espiritual”.

    Ed. Fundación Internacional para la Educación Holista. Guadalajara, fragmento publicado en: - www.ramongallegos.com 



viernes, 13 de agosto de 2010

EDUCACION HOLISTA: CONSTRUYENDO UNA CULTURA DE PAZ Guadalupe Aleyda Cárdenas López


FUNDACIÓN RAMON GALLEGOS
Maestría en Educación Holista

Nosotros los educadores holistas, nuestra visión es la de crear la paz formando una cultura de paz, este es un nuevo paradigma que nos ofrece oportunidades y condiciones para una sociedad mas saludable, pues parte de buscar los valores, actitudes y conductas positivas, que convivan cada ser humano en paz universal, la no violencia, igualdad, respeto, el amor universal etc.

Como comunidades de aprendizaje asumimos y promovemos una cultura de paz y no violencia, esta es una conducta de respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad, un rechazo a la violencia en todas sus formas y el desarrollo de la paciencia y la bondad. La cultura de paz es la base del bienestar humano y del planeta. No tenemos enemigos, solamente existe gente que piensa diferente a nosotros y que respetamos en el marco de la diversidad. ¿Que se necesita para una cultura de paz?

El Dr. Ramón Gallegos señala en sus libros que para tener  una vida espiritual es fundamental hacer que despierte nuestra conciencia y facilitar  el desarrollo de la cualidades que muchas veces mantenemos ocultas como es el amor,  la tolerancia, la paciencia y la humildad, lograr esto antes para mi era muy   difícil,  porque no me conocía realmente como hasta ahora me conozco, ni  se había despertado en mi una mentalidad tan positiva como la tengo en estos momentos.
A lo largo de estos tres semestres en la maestría de educación holista, he   aprendido a ver los problemas de otra manera buscando mejorar la sociedad, el mundo que me rodea, pero debo partir por considerar  que estoy aprendiendo a descifrar tendencias, a reconocer un nuevo paradigma más prometedor con una fuente de armonía, amor universal, sin castigos y manipulaciones del poder.
Nuestra concepción entera se ha modificado profundamente, ahora que estamos estudiando la maestría en educación holista vemos a la naturaleza, los seres humanos al kosmos desde una perspectiva mas espiritual, que es la única que nos da  esperanzas para un mundo nuevo, a medida que aprendemos a comunicarnos de una manera dialogica, mas gente se esta uniendo a esta revolución del cambio de paradigma, transformando los miedos, acabando con los egos, el individualismo, ver de manera diferente a nuestros enemigos, es decir estamos empezando a ver aliados por todos lados, confiando en las personas, dialogando, buscando llevar todo en armonía y paz.
Es un nuevo paradigma que me esta llevando a  conocer que ya no es posible seguir  viviendo, educando, de la misma manera como se hacia anteriormente,  debo y todos debemos buscar una nueva cultura en cada ser humano, haciendo conciencia del mundo en que vivimos y si seguimos como hasta ahora su destrucción será fatal y  total, no  conocerán nuestros hijos y nietos el maravilloso mundo en el que vivimos.
La educación holista es un proceso de hacerse consciente de que el mundo es una unidad, una totalidad interdependiente, se basa en una profunda devoción por la vida y el potencial inherente de la naturaleza humana. La educación holista le regresa la dignidad al ser humano, al reconocer su verdadera naturaleza y una visión del mundo interdependiente, se utilizan  comunidades de aprendizaje donde se honra la cultura del conocimiento; esto significa valorar el aprendizaje como un proceso de desarrollo humano hacia estadios de mayor integridad. Nuestra comunidad es un espacio para nutrir el espíritu humano con valores universales perennes, es una comunidad con rostro humano, que celebra la fraternidad universal y se interesa en el bienestar de todos sin distinción; buscamos el máximo desarrollo para el máximo número de gente a través de una política integral ganar – ganar y la promoción de los derechos humanos. La base de nuestra acción es una ética global, holista, integral, basada en el bienestar de todos y esto nos da paz espiritual.

Estamos hablando  de paz pero que significado tiene este concepto en mí: La paz   es un estado mental, donde busco tranquilidad en mi interior, si no existe esa transformación quedare anclada en un  gran conflicto, debo  introducir el cambio en mí, en toda mi vida, la familia, la sociedad, la nación, el mundo. A nivel individual, debo crear un ambiente transformativo para  mí y los demás, ofreciéndoles mi amistad y confianza, buscando una paz espiritual.

Desarrollar la inteligencia espiritual se hace mediante varios métodos, practicas y ejercicios, pero llevarlo acabo de la mejor manera es mediante las enseñanzas del buda, con el óctuple sendero que contiene ocho grandes practicas esenciales  como son el camino para el desarrollo de la inteligencia espiritual, el fin del sufrimiento  y el logro de la iluminación que es el que culmina la nirvana. Y para poder vivir mejor debemos utilizar el  óctuple sendero  que esta compuesto por: entendimiento recto, pensamiento recto, palabra recta, acción recta, medio de vida recta, concentración recta.
El propósito de nuestras vidas es lograr la felicidad, superar los apegos, cumplir con el óctuple sendero y la práctica espiritual, para llegar a ser iluminado. Si todos siguiéramos el camino del buda, jamás existirían, guerras, enfrentamientos, hambre, sufrimiento, no habría una política corrupta,  el nos  guiaría por el camino que nos llevara a  desarrollar nuestra inteligencia espiritual y existiría mas una cultura de paz en  el mundo.

La practica espiritual no trata de convertirnos en algo diferente de lo que somos, lo hace es que reconozcamos nuestra verdadera naturaleza como seres espirituales viviendo una experiencia humana.
La practica espiritual, más que un esfuerzo por hacer cosas para “crecer”, es permitir que suceda dentro de nosotros la liberación.
El despertar espiritual no depende del tiempo ni del conocimiento, lo importante es la sinceridad del buscador, es relativa al tiempo que invertimos en ella, algunas personas tienen discernimientos profundos en poco tiempo, otros tardan mucho más, y algunos nunca las tienen, esta independencia del tiempo hace que la espiritualidad así como puede estar a gran distancia puede también estar disponible en cada momento de nuestra vida. La mejor actitud para aprender es lo que los budistas llaman mente de principiante, mente inicial, lista para entrar en el flujo del aprender, una mente con total apertura para conocer, sin prejuicios ni conclusiones a priori sobre lo que se va a prender, esto es humildad genuina, percibirnos como un ser humano igual a todos los seres humanos, en un proceso de aprendizaje infinito.

Con el paso del tiempo, gracias a las grandes enseñanzas de mis maestros he encontrado  mucha paz interior con las sesiones que tuvimos con el maestro Wenceslao y las lecturas de los libros del Dr. Ramón Gallegos, me enseñaron a utilizar la ecuanimidad, el despertar de la conciencia, debido a que a medida que vamos analizando cada una sus lecturas te trasmiten mucha armonía, paz,  dan confianza, se vio en el grupo porque estamos acostumbrados a platicar mucho y en sus sesiones nos tenían a todos muy atentos a lo que decían, nos sentíamos relajados, el tiempo transcurría demasiado rápido para cuando nos dábamos cuenta  ya era casi la hora de salir a comer, era muy hermoso estar en sus sesiones.
En la actualidad se habla  de que la educación es necesaria para el desarrollo de habilidades de todo ser humano, pero también debemos tomar encuenta la manera de cómo la familia  es la primera escuela de amor  que contribuye a ese desarrollo de paz en cada persona.
La educación constituye  un instrumento muy importante para construir la cultura de paz a nivel mundial  pero a su vez  debe de ser apoyada en el seno familiar, mediante  los valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida, bien es cierto que la educación es la herramienta que guía el desarrollo del potencial del educando y al mismo tiempo lo  orienta adecuadamente para alcanzar todas sus aspiraciones.
En nuestra cultura, en relación con la educación  actual  se utiliza mas la relación sujeto – objeto, que es una relación mecanicista, no vemos a las personas o estudiantes como seres humanos sino como maquinas capaces de aprender, esta relación separa el todo del todo, fragmentan los procesos, desconecta las relaciones entre las personas, no existe sensibilidad humana, es impersonal, convierte al educador en un observador educativo, solo buscan el logro de metas, utiliza mucho el reduccionismo dialogico entre estudiante y profesor, se utiliza mucho el termino de calidad educativa, donde solo se busca mejorar la administración, la construcción de aulas, siendo que no es mas importante tener aulas hermosas, que buscar una integridad educativa, esta avanza hacia interconexión y armonía de las partes con un sentido mas humano, su propósito en la educación holista es ser capaz de producir cambios en cada ser humano, dirigiéndonos hacia una educación integral, impulsa la evolución de la conciencia más profunda e integral. Esta nos enseña mediante el dialogo, cultura de paz, valores, honestidad, utiliza la unidad a través de la diversidad, en educación holista se utiliza mas la relación sujeto – sujeto, esta relación se utiliza mas el dialogo, reconoce la existencia de la conciencia, muestra la relación maestro – alumno, familia, padres etc.

Partimos de la necesidad urgente de educar para la formación de ciudadanía en donde el objetivo es aprender a vivir juntos para la construcción de una verdadera democracia. 
Los avances de la globalización explican la inevitable difusión de problemas que, decenas de años atrás, han sido obligados por medio de amenazas hasta a encontrarse en los marcos nacionales e internacionales. Esto ayuda estrechamente con las predominantes relaciones de explotación que existen en el mundo de hoy, es así, como podemos explicarnos el origen de los llamados problemas globales de contemporaneidad, o sea, son aquellos que afectan de modo directo el presente y futuro de la humanidad en su conjunto, de los sujetos individuales e inclusive del planeta, en que vivimos. Constituyen un peligro en tanto atentan contra el progreso de la civilización. En la medida en que el hombre esta en el centro de los problemas globales se explica el vinculo de estos con los valores humanos. Son muchos los problemas globales y sus diversos ordenamientos jerárquicos, el peligro de guerras, la amenaza de la paz en sus variadas manifestaciones, el desnivel en el desarrollo económico – social entre las regiones del planeta, que engendra injusticia social, pobreza, insalubridad e incultura, las agresiones al  medio ambiente que amenazan con la vida futura sobre la tierra, el rápido  aumento de la población en contraste con el insuficiente ritmo de la producción de alimentos, el agotamiento de los recursos naturales no renovables, y no falta los que incluyen a la revolución científico – técnica. Calificada por otros como causa principal  o como una vía de solución de los problemas globales.

La construcción de una cultura de paz requiere principalmente de un compromiso de toda la humanidad. El mundo actual está urgido de una conciencia colectiva al servicio de la dignidad humana. En este sentido, la responsabilidad del Sistema Educativo debe estar dirigida a la promoción de conciencia del ser, que incorpore los valores, las actitudes y los comportamientos que fomentan la cultura de paz.

Para la educación holista nuestra vida tiene un significado y tiene un propósito mas grande que las leyes mecánicas - ciencia, nuestra vida  es la que tiene un propósito trascendental va mas allá de lo ideológico o cultural, busca nuestra conexión con toda la vida, de manera directa que nos lleve a los valores universales como son la tolerancia, la compasión, el amor, la humildad, la fraternidad, la libertad. Etc.

Hemos señalado la gran preocupación de la emergencia de una cultura de paz a nivel mundial, debido a que  existen varios puntos en los  que debemos resaltar  para que exista esta, como son fomentar valores, conciencia en cada ser humano, modificar mentalidades y actitudes con el único propósito de promover la paz, encaminar a la educación en forma integral del ser,  entender que si es necesario de  iniciar un nuevo paradigma que nos  ofrezca mas oportunidades y condiciones para una sociedad mas saludable,  una educación que transcienda y transforme la conciencia personal y de grupos para generar en cada ciudadano una sociedad que busque el desarrollo del aprendizaje para la vida y a lo largo de la vida, integre y fortalezca las relaciones entre todo el kosmos para buscar una cultura planetaria, es decir un nuevo estadio de desarrollo de la conciencia humana.
 
BIBLIOGRAFIA.

- Gallegos Nava Ramón (2000) El espíritu de la educación. Integridad y trascendencia en educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) La educación del corazón. Doce principios para las escuelas holistas. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Educación holista. Pedagogía del amor universal. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Una visión integral de la educación. El corazón de la educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Diálogos holistas. Educación holista y filosofía perenne I. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Aprender a ser. El nacimiento de una nueva conciencia espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Comunidades de aprendizaje. Transformando las escuelas en comunidades que aprenden. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2003) Pedagogía del amor universal. Una visión holista del mundo. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) Sabiduría, amor y compasión. Educación holista y filosofía perenne II. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) El Camino de la filosofía perenne. Educación holista y filosofía perenne III. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2005) Educación y espiritualidad. La educación como práctica espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2007) Inteligencia espiritual. Más allá de las inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

RAMON GALLEGOS: INTELIGENCIA ESPIRITUAL

EDUCACION HOLISTA Y PAZ INTERIOR Martha Alicia Villalpando Raga, 2009, San Luis Potosí.



Fundación ramón gallegos


MAESTRÍA EN EDUCACIÓN HOLISTA




La educación holista tiene como objetivo aprender una nueva manera de vivir que supere las contradicciones de la sociedad cientificista y el paradigma de la ciencia mecánica. El centro de este proceso mecanicista es que reproduce una conciencia fragmentada y cientificista, de manera tal que no nos prepara a nosotros como estudiantes para  llevar una vida inteligente y creativa sino lo que sucede es que se nos ponen límites estrechos a estas capacidades o inteligencias múltiples.

Parafraseando al Dr. Ramón Gallegos Nava, la educación holista es la educación del siglo XXI  destinada a formar seres humanos con una conciencia planetaria, es una visión de paz, amor e inteligencia.

Pocos  temas en la vida de la persona son aprendizajes tan significativos y profundos que  los que marcan a la persona en su ser, en su sentir y en su actuar. Se pone en juego nuestra propia existencia cuando se interioriza, cuando se reflexiona con conciencia plena, cuando sabemos que nuestro ser es mente, cuerpo y espíritu.

Si estamos concientes de nuestra realidad, las circunstancias son complejas, los niveles de conciencia son muy diversos, en el diario convivir, el diario relacionarse socialmente nos genera situaciones de concordia y de conflicto pero si estamos concientes de nuestras circunstancias contamos con muchas posibilidades de solución.

La palabra pax viene de pangere, que significa fijar, establecer solidamente, concluir un pacto. Por lo tanto está instituido por la voluntad; solo se puede hacer la paz con otro. No hay paz en la identidad, se supone una diferencia. La paz es algo vivo, despierto, significa serenidad, tranquilidad. La paz es un estado mental. Sin transformación  personal todo mundo queda  expuesto a los antagonismos que generan confrontaciones, destrucciones, estados de beligerancia, etc.

El transitar con libertad en nuestro interior, al haber profundizado en nuestro ser espiritual, (proceso en el cuál estoy como estudiante de la maestría en educación holista). Provoca que una se encuentre a una serie de cuestionamientos personales sobre la realidad y el porqué de nuestra existencia en este lugar y en este tiempo. Hasta ahora he comprendido que la educación formal  e instrumental no provee de suficientes herramientas para enfrentarnos a ser  hombres concientes e integrados planetariamente.

Por tanto, el reto para el educador holista es hacer de la educación  una vivencia para la paz y pugnar por la responsabilidad social. Hay muchos hombres que le apuestan a la violencia de la cual se ha hecho una gran industria y hay quién la justifica, pero lo único que está sucediendo es que los seres humanos nos estamos haciendo violentos y vemos conformidad y naturalidad nuestro entorno porque creemos que eso es natural.


La educación holista está a favor de la cultura de paz,  sólo a través de la educación en la espiritualidad se transforma al ser individual y al ser social, y hoy más que nunca estamos urgidos de una nueva relación social con el planeta, con nosotros mismos y con todo lo que  os rodea, éste es el nuevo paradigma educativo del siglo XXI. El en libro “Educación Holista”, el Dr. Ramón Gallegos muy ampliamente aborda la nueva cultura educativa, la cual deberá de romper con el viejo paradigma científico/industrial y dar paso a las comunidades compasivas para asegurar la supervivencia humana a través de transformaciones radicales culturales, ya que sólo la educación tiene que dirigirse a la vida, para hacer a la vida mejor.

La espiritualidad es la fuerza viva interna y que responde a nuestra real y más profunda naturaleza y es el fundamento de toda educación. Solo en la educación holista está representada el corazón mismo de todo  proceso y práctica cotidiana educativa. La educación en el nuevo paradigma educativo es volver al origen, a la fuente, es volver a reencontrarnos.

Uno de los obstáculos para que la educación holista sea implementada en los sistemas tradicionales de educación  es la mente, que se basa en los supuestos acerca de la naturaleza del mundo, de la naturaleza humana, del potencial humano, de la manera como las personas aprendemos y esto por el modelo reduccionista, cientificista que actualmente prevalece.

La paz es un fenómeno a la vez interno y externo al ser humano. Internamente no basta conseguirlo únicamente del interior de los seres humanos, sino también en lo externo, en los sectores culturales, en las estructuras administrativas, en as áreas económicas, en la acción política y en las sociedades. No olvidar ni dejar de lado a la dimensión ecológica, ya que la educación holista pone énfasis en lo planetario.
Cuando se habla de paz en la educación, estamos hablando de un conjunto armonioso y de una reflexión madura sobre los objetivos cognitivos, procedimentales y latitudinales que favorecen su estado.  Siendo este entendido como el acceso a distintas fuentes de información sobre como construir la paz a través de la concienciación y la sensibilización de la problemática mundial actual. Otro punto sería de que conocimientos adquirir para desarrollarlos por los métodos pedagógicos que permitan acciones relacionadas con los obstáculos que dificultan la construcción de la paz. Y por último lo actitudinal que sería la construcción colectiva de valores y comportamientos que nos guíen como personas  y como miembros de una comunidad a buscar estrategias alternativas para encarar los problemas de paz.

Como vemos, la paz no puede reducirse a la transmisión de conocimientos o contenidos relativos a la  paz, sino se debe de abordar  la dimensión global que repercute en el entendido de que formamos parte de un todo, y que el medio ofrece a los humanos la posibilidad de aprender tanto de las instituciones educativas como fuera de ellas. En consecuencia no debe verse como parte aislada, sino como una parte integral que lo que le sucede a una parte de ese todo, ese todo también lo resentirá, de ahí que debe de diseñarse como un proyecto mundial, en y para la humanidad.

Deberá de formularse éste proyecto educativo de implicaciones mundiales como fruto de la reflexión y del compromiso de todos los miembros de la comunidad educativa representada en pleno  y elaborada con conceptos claros y correctos de lo que es la noción de paz. Estará centrada en procesos colectivos de aprendizaje y en l obediencia a las normas establecidas. Garantizar la paz es  resolver los conflictos favorablemente para todos.

La construcción de un proyecto de paz deberá considerar la multiplicidad de elementos y factores que la interrelacionan. Sabemos que la realidad social es compleja, al igual que la condición humana, De ahí que este proyecto no puede permanecer indiferente a esta complejidad. Hay que ver la diversidad, la interrelación, la causalidad, la interdependencia como elementos básicos de composición de nuestro planeta.
El camino para la paz es la educación, como proyecto individual y social es un instrumento eficaz de transformación.


En consecuencia, la educación llevará a cabo principios de enseñar y aprender a resolver los conflictos de forma no violenta, haciendo de nuestras relaciones humanas una fuente de enriquecimiento personal al servicio de la comunidad.
Aprender en valores que sean significativos sobre la base de la construcción colectiva, para que el aprendizaje ciudadano potencie a través de la democracia y de esta manera sea participativa e igualitaria.

La no violencia y la cultura de paz, es la relación en donde se ven no solamente las metas de la educación sino también las metas de la sociedad. Ahora si puede ser un concepto considerado como emergente. Los signos de la globalización y lo que llaman
La tercera revolución industrial colocan en el centro del desarrollo los componentes del conocimiento y de la información
La educación debe preparar al individuo para el trabajo en una sociedad no siempre cohesionada, hacerlo apto para realizar su papel de ciudadano y desarrollarlo como ser humano. Hasta ahora esta educación no puede quedarse reducida únicamente a las escuelas, porque los propios objetivos de educación y el proceso educativo que requiere la sociedad y la Cultura de Paz, son tan complejas, que hasta ahora ningún centro educativo ha sido suficiente para realizar separadamente esta acción.


Ante tal escenario , la única solución consiste entonces en reestructurar a la sociedad de manera que pueda comprometer  a todas sus esferas y a todas las instituciones en este proceso, por ejemplo serían los medios de comunicación, las administraciones, las asociaciones sindicales, los grupos de profesionales  y las organizaciones no gubernamentales.


Por tanto, no basta con una reforma educativa que fije la Cultura de paz como prioridad de la educación, sino que es una atarea que corresponde a la sociedad en su conjunto. La educación obligatoria es una base sólida que contribuye a la construcción de esta cultura, pero la paz como derecho requiere de la participación permanente y coordinada de todos los  actores sociales.

En su discurso “Cumbre del Milenio por la Paz Mundial”, AMMA,  describió que el auténtico cambio debe de producirse desde nuestro interior, que primero hay que eliminar los conflictos internos y toda negatividad para entonces desempeñar un auténtico y constructivo papel en el establecimiento de paz. Lo que ha hecho la ONU para él sólo merece un reconocimiento.

Para Amma los obstáculos se  generan desde las simples palabras “nación” y “Religión”, porque precisamente esta diversidad es la que crea obstáculos que fomentan la paz, la felicidad y la prosperidad en el mundo. Sólo si trabajamos juntos como una familia global, y no como pertenecientes a una raza, nación o religión, la paz y la felicidad prevalecerían de nuevo.


La llave de la paz mundial está dentro de nosotros mismos, y deberíamos de hacernos responsables de compartir esta paz mundial. La paz debe ser fomentada en el interior del individuo, dentro de la familia y de la sociedad. Todas las grandes religiones tienen mucha sabiduría que deben de compartir.
A la niñez  de ahora hay que cultivarla en los grandes valores universales y los grandes valores humanos,  porque serán los hombres del mañana. Hay que aspirar a los  más altos estados de conciencia y de entendimiento. Sobre la base del ideal religioso todas las naciones deberían de hermanarse y combatir el hambre y la miseria que flagela a la mayor parte  de la humanidad.


Sólo a través del esfuerzo constante y decidido , lograremos que se cambien las fuerzas dominantes en las sociedades, tal vez no se den cambios visibles pero si nosotros lo hacemos, ese cambio se verá reflejado en nuestro sano desarrollo, cualquier armonía que sea visible es un gran indicador  de que se está gestando el cambio. Las naciones que han dañado tanto a la humanidad deberían de aplicar nuevos principios que cicatricen las viejas heridas, se logrará solo si somos concientes de nuestra unidad, de lo que podemos dar a los demás y no en lo que podamos hacer nada más por nosotros mismos.
Si nos preocupamos por ver el futuro de la humanidad feliz, debemos de atajar la raíz de los problemas. La causa final de todo sufrimiento es la mente humana, es cierto que hay problemas económicos y políticos, pero estas acciones son motivadas por la mente humana.


Cuando se acompaña la inteligencia de la compasión, que para el Dalai es el sentimiento humano, se vuelve de gran utilidad, ya que los sistemas de educación prestan mucha atención a los procesos cerebrales, y no les concede atención al desarrollo espiritual, Las autoridades dejan esta tarea a las organizaciones eclesiásticas este  tipo de desarrollo y otras similares. El dice que no es suficiente aunque todas las religiones del mundo tengan el potencial de contribución,  porque algunos jerarcas de las religiones, también tienen problemas y a veces son demasiado ortodoxos, en otras ocasiones se encuentran alejados del mundo real y de los problemas cotidianos.


Hay una correlación definida entre las intenciones de las personas  con los intereses de la sociedad. El esfuerzo principal ha de surgir de todos nosotros, debemos de realizar nuestro mejor esfuerzo con plena confianza, si obtenemos resultados satisfactorios o no, estaremos convencidos de que vale la pena hacer nuestro mejor esfuerzo.


El entrenamiento mental modela nuestra actitud,  se logra fortaleza, y se obtiene tranquilidad que da paz interna, por lo tanto podemos enfrentar mejor los asuntos difíciles y urgentes. En nuestra labor educativa debemos de tener un buen corazón y ser compasivos, sólo así venceremos miedos y dudas para que nuestros alumnos puedan percibir el valor y el afecto que les tenemos bajo nuestras acciones y conducta.

Parafraseando al Dr. Ramón Gallegos, la espiritualidad es una experiencia individual, natural y directa de lo sagrado, de lo trascendente, del fundamento último que es la esencia de todo lo que existe.

La espiritualidad es la fuerza viva interna y que responde a nuestra real y más profunda naturaleza y es el fundamento de toda educación. Solo en la educación holista está representada el corazón mismo de todo  proceso y práctica cotidiana educativa.

 La paz es un fenómeno a la vez interno y externo al ser humano. Internamente no basta conseguirlo únicamente del interior de los seres humanos, sino también en lo externo, en los sectores culturales, en las estructuras administrativas, en as áreas económicas, en la acción política y en las sociedades. No olvidar ni dejar de lado a la dimensión ecológica, ya que la educación holista pone énfasis en lo planetario, en la relación hombre naturaleza, busca el equilibrio, la armonía con el medio ambiente, con la naturaleza de la cual provenimos y a la cuál vamos.

Cuando se habla de paz en la educación, estamos hablando de un conjunto armonioso y de una reflexión madura sobre los objetivos cognitivos, procedimentales y actitudinales que favorecen su estado.  Siendo este entendido como el acceso a distintas fuentes de información sobre como construir la paz a través de la concienciación y la sensibilización de la problemática mundial actual. Otro punto sería de que conocimientos adquirir para desarrollarlos por los métodos pedagógicos que permitan acciones relacionadas con los obstáculos que dificultan la construcción de la paz. Y por último lo actitudinal que sería la construcción colectiva de valores y comportamientos que nos guíen como personas  y como miembros de una comunidad a buscar estrategias alternativas para encarar los problemas de paz.


Muchos de los conflictos que se viven  proceden del conflicto interior del individuo, el origen del conflicto está en la falta de conciencia de nuestra verdadera naturaleza del único poder vivo en nuestro interior del que todos somos una parte... El papel de la espiritualidad, es hacer que despierte esa conciencia y facilitar el desarrollo de cualidades como el amor, la empatía, la tolerancia, la paciencia y la humildad.


 Solo así podremos tener dentro de nosotros mismos seres cariñosos y pacíficos. Sólo a través del esfuerzo constante y decidido, lograremos que se cambien las fuerzas dominantes en las sociedades, tal vez no se den cambios visibles pero si nosotros lo hacemos, ese cambio se verá reflejado en nuestro sano desarrollo; cualquier armonía que sea visible es un gran indicador  de que se está gestando el cambio. Las naciones que han dañado tanto a la humanidad deberían de aplicar nuevos principios que cicatricen las viejas heridas, se logrará solo si somos concientes de nuestra unidad, de lo que podemos dar a los demás y no en lo que podamos hacer nada más por nosotros mismos.

BIBLIOGRAFIA.

- Gallegos Nava Ramón (2000) El espíritu de la educación. Integridad y trascendencia en educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) La educación del corazón. Doce principios para las escuelas holistas. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Educación holista. Pedagogía del amor universal. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Una visión integral de la educación. El corazón de la educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Diálogos holistas. Educación holista y filosofía perenne I. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Aprender a ser. El nacimiento de una nueva conciencia espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Comunidades de aprendizaje. Transformando las escuelas en comunidades que aprenden. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2003) Pedagogía del amor universal. Una visión holista del mundo. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) Sabiduría, amor y compasión. Educación holista y filosofía perenne II. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) El Camino de la filosofía perenne. Educación holista y filosofía perenne III. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2005) Educación y espiritualidad. La educación como práctica espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2007) Inteligencia espiritual. Más allá de las inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

RAMON GALLEGOS: INTELIGENCIA ESPIRITUAL