viernes, 13 de agosto de 2010

EDUCACION HOLISTA Y CULTURA DE PAZ Martín Antonio Rodríguez Salas, 2007, San Luis Potosí.


FUNDACIÓN RAMON GALLEGOS
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN HOLISTA

Tenemos la fortuna de contar ya en México con un modelo estructurado de Educación Holista, gracias a la propuesta de Ramón Gallegos Nava, que es audaz, porque para ser aceptada deben romperse los paradigmas educativos de 400 años de educación reduccionistas y los prejuicios derivados de los conflictos y la lucha por el poder en este período, pero que es posible en cuanto a su realización, si quienes estamos convencidos de que la naturaleza humana tiene en esencia bondad y la capacidad para lograr felicidad, mostramos sus efectos, lo que es capaz de lograr. No es tarea sencilla, porque no se trata solo de formarnos intelectualmente y aplicar métodos mecánicos y preconcebidos, como recetas cuyo producto sería un platillo estandarizado, sino que implica un compromiso y un proceso individual de transformación, que nos lleve a descubrir nuestro propio interior, lo que es nuestra esencia, a desarrollar nuestra capacidad de conciencia plena y plena presencia, nuestro sentido de unidad y de interdependencia, y encontrar así la paz y el amor universal que son imprescindibles en el proceso de una educación integral, en la que todos aprendemos por toda la vida, para la vida y para su trascendencia. Una educación capaz de desarrollar lo mejor de cada ser humano, sin que las diferencias entre ellos sean un obstáculo, sino más bien una oportunidad para enriquecer las experiencias y el sentido de la complementariedad.
El despertar de la conciencia individual, no es una utopía ni está fuera de nuestro alcance. Se ve difícil por el alto nivel de desconfianza que hemos aprendido y, como dice Marylin Ferguson: cada uno de nosotros creemos poder hacerlo, pero pensamos que todos los demás no están dispuestos; esto lo podemos comprobar cuando dialogamos con algún grupo, pues todos, con muy raras excepciones se sienten identificados con la idea de que hay algo superior en su interior y que son capaces de experimentar la paz, al tiempo que piensan que quienes están fuera de ese grupo, no son capaces y solo piensan en las cosas materiales. La falta de diálogo sobre los asuntos del espíritu, genera la desconfianza, pues no sabemos lo que sienten ni piensan los demás, pero como este tema se ha tabuizado, nos formamos preconceptos y aseguramos que pensarán mal. Las excepciones, que se aferran a negar su espiritualidad, son los casos de las personas que tienen niveles altamente patológicos de desconfianza en sí mismos y en los demás, que les impiden reconocer su naturaleza inmanente. Es el caso de los nihilistas y de los que se hacen llamar escépticos, que usan todas las argucias de la mente para engañarse a sí mismos y tratar de engañar a los demás; pero aun los escépticos, cuando sienten un dolor profundo, se refugian en algo superior, pues su real naturaleza es superior a los condicionamientos y se manifiesta en los casos de extrema urgencia, en los que, por no poder soportar el dolor, se busca el refugio de la paz.
Tenemos entonces tres caminos, que seguimos de manera alterna en la misma senda: el del sufrimiento, que viene de dolor; el de la sabiduría, que vine del conocimiento profundo y el discernimiento, y el inmanente, dado por nuestra propia esencia y que siempre está presente, aunque no seamos capaces de reconocerlo. En este último punto cabe el dicho popular que afirma “Cuando no ves que marchan juntas tus huellas y las de Dios, es porque Él te lleva en sus hombros cuando tú no puedes caminar”. Cuánto alivio se puede conseguir con solo comunicarse con los demás y con nuestro propio interior, para profundizar en nuestro propio conocimiento y en el de los demás, en vez de vivir sujetos a los preconceptos, alentando así el desarrollo del valor de la confianza. Esta es una de as tareas del Educador Holista para conseguir la paz interior en sí mismo y en los que le rodean; al hacerlo, provocará el efecto de resonancia que en forma geométrica se puede multiplicar y de esta manera acelerar la transformación de la humanidad.
Si observamos con detenimiento, este efecto ya se está dando: cada vez son más numerosos los grupos que realizan acciones a favor de la paz y la armonía con todo y con todos y, aunque no sea el camino más deseable (pues estar en contra de la guerra es participar en la guerra), cada vez son más, y más numerosas, las manifestaciones contra los gobiernos que promueven la guerra, aunque sea por el dolor que se tiene cuando se pierde la vida de los seres queridos.
Los medios electrónicos de comunicación, también están jugando un papel muy importante, pues no es necesario tener mucho dinero para que los amantes de la paz, manden conmovedores mensajes por todo el mundo para impactar las conciencias en su busca. Algunos de estos mensajes están simplemente en contra de la guerra, pero el intercambio de comunicación, el diálogo virtual, puede enriquecerse si quienes tenemos la fortuna de estar comprendiendo que la paz, radica en el interior de cada ser humano, también nos comunicamos y lanzamos al mundo el mensaje que sin duda tendrá eco en las mentes que ya están en el camino. La Educación Holista, está abriendo un camino firme, que los educadores con esta visión debemos andar y reforzar, mostrar y preparar para integrar en él a quienes nos rodean. Es un camino en el que juntos, aprenderemos.
Las reacciones de la naturaleza como consecuencia de los errores que como humanidad cometemos, también están sacudiendo las conciencias. Ante el reciente desastre de Tabasco en todo el país y en otros países del mundo, se dieron hermosas muestras de compasión. Sentí alegría al escuchar que una secretaria del Instituto Tecnológico de San Luis Potosí que se encontraba ayudando en la colecta económica para ayudar a los hermanos de Tabasco, comentó: “algunos compañeros dicen que no quieren apoyar porque el dinero se queda en el camino; si es así, que eso se quede en la conciencia de los que roban; yo sí coopero y mi conciencia queda en paz, porque sé que tengo que ayudar ahora que ellos lo necesitan” … Me di cuenta de que su confianza, estaba funcionando.
Dentro del caos que estamos viviendo, algo nuevo tiene que surgir, y lo que surja, depende de cada uno de los habitantes del planeta. Como consecuencia del dolor y el sufrimiento, ya existen muchos tratados, decretos, leyes, agrupaciones, etc. etc., pero la paz, no se adquiere por decreto ni viene del exterior; tiene que nacer en cada uno de nosotros, y dentro del caos, también algo bueno está pasando. Las acciones ejemplares generan sinergia, y alrededor del mundo, hay cada vez más conciencias abiertas a la paz, de tal manera que la búsqueda individual de la paz, se está convirtiendo en una moda, y así como hay videojuegos de violencia, hay también cada vez más empresas que promueven la paz como una forma de vida. Por ejemplo, en la televisión, cada vez se ven más programas de conferencias sobre el autoconocimiento, de yoga, de tai chi; en los cereales, ligándolo con el problema cada vez mayor del sobrepeso, regalan discos compactos con programas de yoga; en la televisión, hay cada vez más comerciales que hablan de la gratitud, la armonía y la tolerancia, del amor y el cuidado que los niños merecen; en la industria del turismo, cada vez hay más negocios que ofrecen servicios para combatir el estrés en un medio ambiente natural, sin televisión ni ruido, con ejercicios de yoga y meditación; en los negocios, ya se está hablando de espiritualidad y algunas empresas tienen en sus instalaciones lugares para la relajación y la meditación y en sus departamentos de recursos humanos, gente que orienta los ejercicios correspondientes, porque la gente que maneja el capital, ya se están dando cuenta de que los individuos que tienen paz, pueden hacer mejores cosas y disfrutarlas mejor; que en un ambiente de paz, la filosofía de ganar - ganar, se puede poner en práctica y puede traer a todos una mayor felicidad. En la industria cinematográfica, abundan ya los filmes que de manera dramática enfatizan el valor de la paz y la cultura planetaria. Como ejemplos, pueden citarse: Gandhi, Un día después, El día después de mañana, La vida es bella, Encuentro conmigo, Juan Salvador Gaviota, La verdad incómoda, Y tú ¿qué sabes? , Las estaciones de la vida, Sueños, etc. etc., que, aunque por sí mismas no producen la transformación, si van formando actitudes e invitando a la gente a la reflexión y el discernimiento.
Los dolorosos golpes que provocan sufrimiento a las comunidades, nos están urgiendo a acelerar el paso. Ya estamos comenzando a entender como humanidad que podemos alcanzar la felicidad a través de la paz, pero es necesario definir y consolidar el mejor camino para lograrlo; darle orden al caos para aprovechar holárquicamente los elemento de que ya se dispone; formar verdaderas comunidades de aprendizaje con una cultura planetaria y una cultura de paz y de armonía.
La educación formal, es la que tiene el mayor alcance cuantitativo, porque es la que llega a todos los individuos de las naciones, pero le falta el alcance integral y el alcance cualitativo; en cuanto a la calidad, se está trabajando mucho en algunos países, ero la calidad no es suficiente; de hecho no puede haber calidad si no hay integridad. Sin integridad, la calidad se convierte en cifras maquilladas y documentos para el informe, en una ficción; solo la integridad en su sentido más profundo puede lograr la transformación. La mejor evidencia de esta afirmación la encontramos en lo que está ocurriendo en Japón y Estados Unidos, donde sus estudiantes se están convirtiendo en asesinos de sus compañeros, de los profesores y de la población, sin otro motivo que el de protestar contra un sistema que deja enormes vacíos, que no pueden llenarse con a promesa de éxito material ni con la posesión de bonitos objetos creados por la tecnología.
Por decreto, en casi todas las escuelas del mundo y en todos los niveles escolares, ya se insertaron clases de valores, un buen intento para comenzar con algo, pero solo están funcionando como un parche mal pegado, porque al no haber en general docentes preparados integralmente, docentes integrales, cada profesor de valores, actúa de acuerdo con los valores que durante su vida ha aprendido, para dar su clase, pero no vive los valores universales con sus estudiantes, no los experimenta y, los valores no se aprenden por la teorización, se aprenden experimentándolos. Además, hay para un grupo un profesor de valores y 7 u 8 de las demás asignaturas en cada año o semestre escolar y, generalmente, a estos últimos no les importan los valores, porque no son temas de su clase. No es así que se logrará la transformación.
Las Naciones Unidas en el acuerdo llamado “La década de la Educación para el Desarrollo Sustentable” proponen que desde el 2005 hasta el 2014 en todas las escuelas del mundo se debe educar a partir de la Carta de la Tierra, como una acción urgente para formar al tipo de ciudadano que el planeta requiere para cambiar un destino que parece inevitable, y no se trata de repartir ni de memorizar la Carta de la Tierra para recitarla, sino de enfocar todas las asignaturas de los planes de estudios a través del desarrollo sustentable. Cada asignatura debe ser una puerta al desarrollo sustentable, una puerta a las relaciones que tiene con la vida y con el universo. De esta manera, se estará educando en la vida, por la vida y para la vida, con plena conciencia de nuestra interdependencia con todos y con la naturaleza, y la paz, es el elemento sine qua non para poder conseguir todo lo demás. Partiendo de la paz interior de cada individuo, se puede conseguir la paz social.
La paz social, solo puede darse en un ambiente de equidad, respeto, colaboración, solidaridad en la independencia y en la justicia, democracia conciente basada en el conocimiento y en la transparencia, diálogo holista, integridad, verdadera integración de la diversidad, plena comprensión y asimilación de los valores universales y, todo esto solo se puede conseguir a partir del cultivo de la paz en cada corazón humano. Este cultivo, no puede dejarse a la suerte; es necesario practicarlo concientemente, por medio de un sistema holista de educación, que integre en torno a los fines superiores de la humanidad, la escuela, la familia, el gobierno, el aparato productivo, la economía y la política y, la escuela, es la que tiene el suficiente poder de convocatoria par unir todos estos elementos, pues el docente, partiendo de la observación de la realidad y de la indagación, puede orientar los conocimientos programáticos y la creatividad a la solución de los problemas que existen en el entorno, con una visión de ganar todos y de buscar juntos la felicidad del mundo. El docente tiene en sus manos los elementos necesarios para establecer las relaciones de diálogo necesarias, para que se produzcan las acciones armoniosas que con la colaboración de todos, conduzcan a una vida mejor y realmente digna del ser humano.
Parece una tarea de utópica realización por su magnitud, sin embargo, exige menos esfuerzo, menos estrés y menos recursos, que lo que estamos haciendo para destruirnos, y lo que tendremos que hacer para resarcir los daños que insistimos en seguir provocando, pues ¿de qué manera y quién podrá pagar la reconstrucción, si es que se puede realizar, del planeta que estamos rápidamente convirtiendo en un lugar inhabitable?
Todo lo que se necesita es un cambio de actitud. Hacer a un lado la contradicción y, en vez de estar en contra de la guerra, estar en cuerpo, mente y espíritu, a favor de la paz, con nuestra visión interior, nuestros pensamientos y nuestras acciones, con auténtico amor universal y auténtico respeto. Encontrando la paz en nuestro interior. La práctica de la Educación Holista que ha creado el Dr. Ramón gallegos Nava, permitirá a los educadores mostrar al mundo el camino imparcial para crear un universo de amor, armonía, felicidad y paz.

BIBLIOGRAFIA.

- Gallegos Nava Ramón (2000) El espíritu de la educación. Integridad y trascendencia en educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) La educación del corazón. Doce principios para las escuelas holistas. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Educación holista. Pedagogía del amor universal. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Una visión integral de la educación. El corazón de la educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Diálogos holistas. Educación holista y filosofía perenne I. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Aprender a ser. El nacimiento de una nueva conciencia espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Comunidades de aprendizaje. Transformando las escuelas en comunidades que aprenden. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2003) Pedagogía del amor universal. Una visión holista del mundo. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) Sabiduría, amor y compasión. Educación holista y filosofía perenne II. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) El Camino de la filosofía perenne. Educación holista y filosofía perenne III. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2005) Educación y espiritualidad. La educación como práctica espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2007) Inteligencia espiritual. Más allá de las inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


RAMON GALLEGOS: INTELIGENCIA ESPIRITUAL


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